La felicidad, es la clave del éxito.

He aprendido que nunca llueve a gusto de todos, y que no puedes llevarte bien con todo el mundo. Que quien de verdad te quiere estará a tu lado. He aprendido que el amor mueve montañas, pero que la envidia es capaz de mover el mundo.
Que las personas somos egoístas y que eso nos convierte en seres capaces de pisar a los demás a toda costa, hasta al mejor de tus amigos o la persona más querida. He aprendido que no se mira hacia detrás sin sonreir, y que los errores están ahí para aprender de ellos. Que si te caes o te tiran, vas tu y te levantas. Que nada es imposible, y nadie es perfecto. Y si cosas mas imposibles se han conseguido; como que el hombre pise la luna, yo puedo con todo. Que no hace falta tener a un Bratt Pitt, ni ser Angelina Jolie, que hay personas que llegan cuando menos te lo esperas y nunca se sabe si es fugaz, duradero o infinito, pero que cada una cumple su función. Y no, no tengo miedo. Si se tiene que acabar el mundo en doce meses, vamos a aprovecharlo. Vamos a decir todo lo que no decimos por miedo, vamos a luchar por aquello que nos importa, y nunca, pero nunca, vamos a dejar de sonreir. Porque el éxito no es la clave de la felicidad: 
La felicidad, es la clave del éxito.